Integrando el juego en la rutina de vida diaria
Como futuras maestras preescolares, sabemos que necesitamos integrar más el juego en las aulas, pero hay mucha presión para cumplir con ciertos estándares académicos. Se dice mucho que hay que preparar a los niños para futuras pruebas académicas como exámenes y que ese debe ser el enfoque principal al dar clases. Hay muchos maestros que no encuentran la motivación de permitir que los estudiantes “simplemente jueguen” ya que no siempre le encuentran el propósito. A través de varios estudios y pruebas, se ha podido observar que SI es posible incorporar más juego, cumplir con los estándares académicos y tal vez incluso convencer a otros del valor del juego mientras se lleva a cabo.
Hay varias maneras de incorporar el juego en el salón de clases, y aquí estaré discutiendo algunas!
1. Tener una rutina establecida
3. Dividir el espacio en diferentes áreas de juego
- Los niños tienen diferentes preferencias a la hora de jugar. El aprendizaje basado en el juego depende de la capacidad de los niños para elegir cómo jugar, así que dividir los espacios en áreas diferentes puede ayudar a los niños a seguir sus intereses. Algunos espacios de juego que los maestros pueden tener incluyen: mesas sensoriales, rincones de lectura, áreas de juego imaginativas y de simulación, etc. Los estudiantes pueden ir a lo que les interesa pero también pueden moverse entre espacios según sea necesario.
4. Explicar bien la función del juego
- El tiempo de juego es una excelente manera para que los niños aprendan a usar diferentes objetos o piensen en sus roles. Ya sea que los niños jueguen con bloques o disfraces, preguntarles cómo usarlos puede darle una oportunidad a pensar y resolver problemas. Este método puede ayudar a los estudiantes a pensar de manera más creativa, permitiéndoles pensar en nuevas formas de jugar con sus juguetes.
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